Al mas puro
estilo Calleja, los días antes de la salida no teníamos claro si lo
conseguiríamos, si volveríamos vivos a casa o si tendríamos alguna desgracia
provocada por el tremendo fuego y las posteriores inundaciones.
Llega el
miércoles, 21h30 en la Plaza de Villanueva del Pardillo. Un salida que en
principio no iba a contar con mucha gente acaba convirtiéndose en 16 locos
corriendo como luciérnagas.
Tras la foto de
rigor antes de la salida (mejor dejar constancia antes que después por si
sufríamos un final fatal), salimos hacia nuestro punto de partida en el
aeródromo del Pardillo. Tengo que reconocer que en esos momentos tenía cierta
tensión por miedo de perder a esta buena gente por un camino que no había hecho
desde septiembre. ¿Se habrían movido las montañas desde entonces?
Nos ponemos en
marcha rumbo a la cima. Primeros 3km de subida con un desnivel de unos 100m.
Hacemos cima, esta era la parte fácil y por cierto la única en la que tenía
certeza de donde estábamos.
A partir de este
puto empezamos el descenso hacia la presa del Rio Aulencia. Sendero agradable
en el que se nos une un compañero por unos metros. Seguimos bajando
enfilándonos en un tramo final muy técnico para aterrizar en la presa. Estampa
de postal antes de adentrarnos en lo desconocido.
A partir de este punto
@Rodriarcos empieza a soltarme todo tipo de improperios por el agradable tacto
de las piedras en sus pies. Je je…me engañaron, esas piedras no estaban allí la
última vez que pase; prometo avisar la próxima vez).
El camino se hace
muy estrecho y en ocasiones difícil. Las zarzas no dejan de pegarnos picotazos
y la noche acaba por cerrarse en una oscuridad absoluta. Por ahora no nos hemos
perdido y seguimos vivos. ¡Lo mismo tenemos alguna posibilidad!
Este tramo fue
sin duda el mas “flipante”; no resulta fácil encontrar estos caminos por la
zona.
Alguno que otro
se vuelve a acordar de mis ancestros por alguna rampita que quedaba por llegar
(yo había asegurado que ya no quedaba ninguna subida).
Un silencio
absoluto nos acompaña junto con algún que otro “Roca a la derecha, zarza,
piedra suelta, cuidado…jabalí hambriento a la izquierda, (…). En algún momento
me dio la sensación de estar jugando al “Teléfono roto”…de un “ojo zarza” en
cabeza acababa al final de la fila con un “ojo desprendimientos de roca”.
Poco a poco
recorrimos el camino para volver a un camino hacia el kilómetro 9. Ya solo nos
quedaba la vuelva tranquila hacia los coches. Nada mas nos podía pasar.
Unos metros mas
adelante, mi familia vuelve a ser la protagonista. Tenemos que cruzar el río
Aulencia para volver. Los corredores minimalista y con Huaraches no tienen
problema … lo de zapatillas GoreTex tiene las suerte de hacer el resto de
camino de vuelta con los pies en remojo.
Video: Cruzando el Rio
Video: Cruzando el Rio
Alguna rampa mas para que ya me tengan por
mentiroso compulsivo y llegamos al camino del Canal en el que nos encontraremos
una sorpresa.
El camino del
canal atraviesa una finca que pese a ser privada sirve de servidumbre de paso
para todos los ciclistas y corredores durante el día. Nuestra sorpresa fue
encontrarnos con el guardes de la finca. Un hombre con acento del este que
parecía sacado de una novela de Stephen King. El hombre, hecho un energúmeno no
daba crédito a lo que veía. “Que no veis cartel en puerta…Propiedad Privada…no
puede cruzar a las 4 de la madrugada!”. Ahora visto con perspectiva le entiendo
un poco. Dieciséis locos con lucecitas en la cabeza que aparecían como de la
nada. ¿Seríamos algún tipo de organización armada? ¿Miembros de una banda de narcotráfico en
busca de venganza? Tras discutir un poco con él logro convencerle para que nos
deje pasar.
Una vez
atravesada la finca, vuelta por la carretera del aeródromo para llegar a los
coches tras casi 13,5Km de ruta diferente, técnica y sobre todo hermosa. Son
estas las rutas las que te hacen seguir campeando y descubriendo nuestros
lugares en los que hacer Trail.
Tramo final de la
salida, visita al bar para el tercer tiempo. Unas cañas merecidas en la mejor
de las compañías. Momento de celebración de la hazaña, terminada con final
feliz y sin lamentar bajas pese a los peligros que nos esperaban.
Con lo que creo que nos quedamos todos de esa noche fue con el buen ambiente, todos esos corredores juntos compartiendo buenos momentos.
Mi agradecimiento
a todos por los buenos momentos vividos y especialmente a la gente de No Te
Pares Team por hacer posibles estas salidas. Sin duda ya contáis con un nuevo
miembro del equipo.